Artistas Peruanos en Solar Café

Exposición de Pintura en Solar Café

Abierta al público
11 de diciembre, 2007 hasta 6 de Enero, 2008
" Lady of the Eclipse"
de Jaime Vazquez

"Sin titulo"
de Silvia Huerta
El pasado 11 de diciembre se inauguró la exhibición de los artistas peruanos Silvia Huerta y Jaime Vasquez. El artista plástico y escritor peruano, Walter Ventosilla habló sobre la obra de estos reconocidos pintores.
Jaime Vásquez
El artista no cree en la pintura, es la pintura la que cree en él y se somete a sus intenciones. Jaime Vásquez se regodea, se divierte en el lienzo como lo hace la naturaleza cada vez que quiere subvertir el orden creado por los Dioses. En su pintura convergen el aliento clásico y la libertad expresiva, ambas le dan un soplo de vida a la propia modernidad de que esta hecha hoy la pintura. Lo académico se intensifica en el plano vacío y limpio para encontrarse con la textura cromática de sus colores en azules, grises, ocres, en mates que se encienden en el menor detalle, en las líneas y curvas que respiran como la piel de sus ángeles o arcángeles, de sus féminas, de sus equinos alados; en fin, en él mismo ante la magia del pincel bien llevado como una extensión de sus propios pensamientos. El dibujo se muestra y se esconde, vibra ante nuestros ojos y se cobija en su propia técnica, a tal punto de fundirse y desaparecer para dar paso a lo espectacular llevándonos por otros mundos que no son los nuestros ni los de Jaime Vásquez, son los de la pintura en el arte, con palabras mayores, con palabras pretenciosas y a la vez humildes; porque el mejor arte es aquel que nos desnuda y nos exalta para entregarnos al universo como una estrella más. Jaime Vásquez no podría existir sin la pintura, y el universo de la pintura tampoco sin él.


Silvia Huerta
Si Jaime Vásquez nos envuelve en sus sueños clásico-modernos, Silvia Huerta nos hace cómplices de su atrevimiento sobre el lienzo. Ella se sitúa en medio de la intensidad de sus colores, de sus trazos rápidos y fuertes. En este caso la abstracción se recrea en el movimiento creado por la artista, a tal punto de que el propio color neutral del lienzo se convierte en una intensidad más que se extiende en el infinito de la tela, encontrándose con las otras propuestas cromáticas que delimitan bien sus propios espacios. Este manejo cromático nos crea los límites visuales ante la diversidad de un mundo que se recrea con nuestra propia experiencia de observadores. De tal forma que nosotros mismos podemos, imaginariamente, continuar con la creación artística. Es una invitación osada, y el arte lo es, jamás se conforma con lo que es en sí como creación humana. Silvia Huertas rompe con los espacios, les da nuevas formas y cree en sí misma a través de sus pinturas con total libertad, así como puede el tiempo creer en sí mismo a pesar de estar atrapado en el diminuto espacio de un reloj de arena.

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